MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
Sudáfrica se está convirtiendo en referente mundial del turismo responsable. Destino natural por excelencia, el país tiene mucho que ofrecer a los visitantes que buscan reconectar con la naturaleza gracias a su mezcla de culturas y paisajes únicos.
En respuesta a su creciente popularidad, el país ha fomentado la transformación del sector mediante prácticas de turismo responsable con vistas a preservar su entorno, su cultura y la vida de su gente.
En 1996, Sudáfrica se convirtió en el primer país en incorporar el turismo responsable a su política nacional, revolucionando la industria turística y posteriormente sirviendo como modelo para los World's Responsible Tourism Awards.
El turismo responsable se ha convertido así en una característica esencial de la experiencia sudafricana. La etiqueta Fair Trade Tourism South Africa promueve, entre otras cosas, la aplicación de salarios y condiciones de trabajo justos, así como la distribución equitativa de los beneficios del turismo en pro de las comunidades locales y en apoyo de la protección del medio ambiente.
El país también organiza una serie de premios turísticos, entre ellos los Lilizela Tourism Awards, galardones otorgados por Turismo de Sudáfrica que reconocen a los agentes del sector por sus productos y servicios turísticos de alta calidad.
SITIO PATRIMONIO DE BALLENAS.
Sudáfrica está llena de todo tipo de actividades, algunas de las cuales incluso se pueden disfrutar de una manera más ética. Al haber recibido el título de Sitio Patrimonio de Ballenas, Algoa Bay ofrece a los viajeros un lugar más responsable para observar ballenas, delfines y otros animales salvajes en su estado natural.
Los Sitios del Patrimonio Ballenero son lugares extraordinarios donde seres humanos y los cetáceos coexisten de forma natural y responsable. Los visitantes pueden estar seguros de que participarán en una actividad respetuosa con la biodiversidad marina.
En los viñedos sudafricanos, el ecoturismo también es imprescindible. En el Cabo Occidental, las regiones vinícolas están creando zonas de conservación y desarrollando actividades ecoturísticas conjuntas, apoyándose en redes regionales de productores y poniendo en común recursos.
Veinticuatro terratenientes han unido sus fuerzas y creado la Greater Simonsberg Conservancy para proteger el Reino Floral del Cabo, una joya mundial de la biodiversidad. El Centro de Agroturismo de Delvera, centro neurálgico de la conservación sudafricana, ofrece tiendas y restaurantes, una guardería, actividades infantiles y actividades al aire libre como paseos, senderismo, observación de aves y ciclismo de montaña.
APUESTA SOSTENIBLE DE RESERVAS NATURALES.
Cualquier visita a Sudáfrica promete un viaje al corazón de la naturaleza. Por ello, se han puesto en marcha numerosas iniciativas locales para garantizar que el viaje sea auténtico y espectacular respetando los recursos del país.
El Parque Nacional Kruger, el mayor de la nación, es mundialmente conocido por su impresionante fauna. Se han creado instalaciones ecorresponsables para los visitantes donde se les conciencia de la necesidad de proteger la zona y sus poblaciones locales.
iSimangaliso Wetland Park lleva más de 20 años utilizando el ecoturismo como parte de su estrategia de conservación y supone un punto interesante de biodiversidad, casi todos los animales históricamente presentes han sido reintroducidos. Se han rehabilitado enormes extensiones de terreno y todos los alojamientos ayudan a la comunidad local.
Nueve empresas comunitarias gestionan safaris y excursiones en barco, los guías turísticos reciben formación del parque y el 90% de los puestos de trabajo están ocupados por lugareños. Otras reservas, como Addo Elephant National Park, UKhahlamba Drakensberg Park y Shamwari Game Reserve, también participan en el desarrollo del turismo sostenible mediante el establecimiento de alojamientos ecológicos, la colaboración con las comunidades locales, campañas de concienciación pública y, lo más importante, el respeto por el bienestar animal.
ESTABLECIMIENTOS RESPONSABLES.
Además de los restaurantes, muchos alojamientos sudafricanos apuestan por un turismo más sostenible y responsable. Por ejemplo, Grootbos se centra en la conservación del medio ambiente. Ubicado en 2.500 hectáreas de bosque, el lodge ofrece unas vistas panorámicas excepcionales. En la gran reserva de caza de Tswalu se encuentra uno de los hoteles más bellos de Sudáfrica.
El turismo sostenible apoya aquí la investigación, incluidos los estudios sobre el impacto del cambio climático en las especies amenazadas. El lodge tiene capacidad para 30 huéspedes y los safaris se realizan bajo estrictas condiciones medioambientales para respetar la fauna circundante.
Los propietarios del bosque de Platbos, escondido en el valle de Uikraal, trabajan para devolver la zona a su estado natural. Trees for Tomorrow y Trees for Tourism son dos proyectos activos de reforestación y el principal referente en cuestión de conservación es una granja cercana.
INICIATIVAS EN LA REGIÓN DEL CABO.
Como destino turístico de categoría mundial, la región de Ciudad del Cabo combina turismo y desarrollo sostenible a través de una serie de iniciativas.
El V&A Waterfront, el distrito turístico más visitado del país ha puesto en marcha una estrategia de inversión social corporativa (ISC) para mejorar el impacto económico, social y medioambiental a escala local e internacional.
Las iniciativas incluyen el desarrollo de pequeñas empresas, la gestión responsable de residuos y plásticos, y la gestión del agua y la energía. El Two Oceans Aquarium ofrece material de concienciación sobre los océanos y alberga el Turtle Conservation Centre, un centro de rehabilitación y liberación de tortugas varadas y heridas.
Otra actividad imprescindible en la región es escalar la Table Mountain, una forma perfecta de minimizar la huella de carbono caminando o cogiendo el teleférico neutro en emisiones. Para los amantes de la gastronomía, la región también cuenta con varios restaurantes ecológicos.
En The Table at de Meye, situado en medio de los viñedos de Stellenbosch, el menú cambia con las estaciones y los propietarios tienen muy en cuenta los compromisos de sus proveedores.
Para los amantes del pescado, deben dirigirse Ocean Jewels, en el distrito de Woodstock, donde se presta especial atención a la procedencia y la calidad de los productos. Aquí, el menú depende de la pesca de la mañana.