MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
Grupo Lufthansa registró unas pérdidas netas de 5.584 millones de euros en los primeros nueve meses del año, frente a los beneficios de 1.038 millones de un año antes, debido a la crisis del coronavirus, aunque consiguió contener las pérdidas en el tercer trimestre a través de su programa de ahorro de costes y la recuperación operativa de los meses de verano.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) de los tres primeros trimestres fue negativo en 2.227 millones de euros. Los ingresos cayeron un 60%, hasta los 10.995 millones de euros, aunque el total de las partidas de gastos fue un 41% menor, con 16.345 millones de euros.
Hasta septiembre, las aerolíneas del grupo --Lufthansa, Swiss, Austrian Airlines, Brussels Airlines y Eurowings-- operaron 321.084 vuelos (-64%) que transportaron a 32,1 millones de pasajeros (-71%). Los ingresos por tráfico fueron de 7.404 millones de euros, un 65% menos que un año antes.
Durante el tercer trimestre, la compañía registró unas pérdidas netas de 1.967 millones de euros, comparadas con los beneficios de 1.154 millones de euros de 2019. El resultado bruto de explotación fue de 649 millones de euros negativos.
A pesar de que el resultado sigue siendo negativo, la compañía considera positivo el haber podido reducir las pérdidas con respecto al segundo trimestre, cuando los 'números rojos' alcanzaron los 1.493 millones de euros', gracias al programa de reducción de costes --que incluye reducción de jornadas-- y a la ligera recuperación de las operaciones en julio y agosto, cuando se estabilizó la pandemia en Europa y los gobiernos volvieron a permitir la movilidad internacional.
Los ingresos del trimestre se redujeron un 74%, hasta los 2.660 millones de euros, pero la empresa consiguió reducir sus gastos en un 55%, hasta los 4.265 millones de euros. El grupo operó 95.147 vuelos (-71%) y transportó a 8,6 millones de pasajeros (-80%) en el período.
"Queremos volver a un flujo de caja operativo positivo en el transcurso del próximo año", ha declarado el consejero delegado del grupo, Carsten Spohr, que ha añadido que, para lograrlo, están "avanzando en programas de reestructuración en todo el grupo con el objetivo de hacer que el Grupo Lufthansa sea sosteniblemente más eficiente en todas las áreas".
A finales de septiembre, la compañía disponía de 10.100 millones de euros en efectivo. En esta cifra se incluyen las ayudas y rescates aportados por los gobiernos de Alemania, Suiza, Austria y Bélgica, que ascienden a 6.300 millones y que aún no han sido utilizados. En esta misma fecha, la deuda neta del grupo era de 8.900 millones de euros, frente a los 6.700 millones de euros del 31 de diciembre de 2019.
UN 25% DE CAPACIDAD DURANTE LA TEMPORADA DE INVIERNO
La compañía prevé que la demanda se mantenga baja durante los próximos meses de invierno debido a la gran incidencia que el coronavirus está teniendo tanto a nivel mundial como en el territorio europeo.
Por tanto, las aerolíneas del grupo ajustarán su programación de vuelos a este escenario, con una capacidad máxima del 25% de la de un año antes, para lo que tendrá una flota operativa de 125 aviones menos.
Asimismo, el grupo continúa con su plan de reestructuración para reducir costes en todas las unidades de negocio, lo que espera que se comience a materializar en el cuarto trimestre, aunque la cuantía depende de cómo se desarrollen las negociaciones con los agentes sociales.
La compañía sigue esperando volver a un flujo de caja operativo positivo en el curso de 2021. El requisito para ello es que la situación de la pandemia permita un aumento de la capacidad hasta alrededor del 50% de los niveles anteriores a la crisis.
"La gente tiene un gran deseo de volver a viajar", ha señalado Spohr, que remara que "lo importante ahora es garantizar la protección de la salud y la libertad de viajar" y ha abogado por medidas como las pruebas rápidas generalizas antes y después del vuelo.