MADRID 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Enaire ha anunciado que a partir de este jueves implantará el 'Proyecto Ambar' en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Este proyecto posibilita, entre otras mejoras, el modo de operación mediante aproximaciones independientes en las pistas paralelas actuales.
Según el gestor nacional de navegación aérea español, esta decisión supondrá una mejora de la eficiencia de las operaciones aéreas "y una mejora de la calidad de servicio, de consumo de combustible y de emisiones".
Enaire aclara que "no se modifica el impacto acústico en relación con el escenario actual en las proximidades del aeropuerto" existiendo, además, "mejoras significativas desde el punto de vista de las emisiones de ruido en áreas más alejadas del mismo".
El gestor de navegación aérea asegura que una gestión más eficiente de las operaciones y de las trayectorias voladas por las aeronaves, repercutirán directamente en una reducción de costes para las compañías aéreas a través de menores consumos de combustibles y de una disminución de demoras, "aumentando con ello, además, la calidad del servicio percibida por los pasajeros".
Desde este jueves Enaire implanará el proyecto Ambar de re-estructuración de espacio aéreo asociado al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. El objetivo, según el gestor, es dar cumplimiento a los requisitos reglamentarios europeos así como optimizar la gestión del tráfico aéreo, proporcionando, además, una mejora de la eficiencia en las operaciones aéreas.
Con esta nueva operativa se mejora además la sostenibilidad con respecto a los procedimientos actuales, "suponiendo importantes ahorros para las compañías aéreas en términos de calidad de servicio, reducción de consumo de combustible y menores emisiones de gases contaminantes".
La implantación del 'Proyecto Ambar' permitirá satisfacer los requisitos normativos europeos, respecto a la necesidad de disponer de unas rutas de salida y llegada instrumental, así como unas aproximaciones diseñadas con tecnología avanzadas.
Enaire explica que el proyecto ha pasado por los trámites ambientales necesarios y ha sido aceptado por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa). Durante las primeras semanas tras la implantación, se aplicará un plan de transición acordado con la agencia como suele ser habitual en los proyectos de cambio.
MAS SEGURIDAD Y MÁS SOSTENIBILIDAD.
El desarrollo de este proyecto incluye modificaciones y mejoras en los procedimientos de llegada instrumental en las aproximaciones al aeropuerto madrileño, "utilizando para ello las tecnologías más avanzadas en el diseño del espacio aéreo y estableciendo diferentes procedimientos operativos que posibilitan, además, el modo de operación mediante aproximaciones independientes en las pistas paralelas actuales en ambas configuraciones, Norte y Sur".
Enaire destaca especialmente que "las mejoras que se están llevando a cabo no tendrán afección ni en las huellas de ruido ni en los horarios".
Este proyecto cumple con el Plan Director del aeropuerto vigente y con las medidas aprobadas en las Comisiones de Seguimiento Medioambientales, tanto en el corto como en el medio y largo plazo.
BENEFICIOS DE LA IMPLANTACIÓN
Los beneficios esperados con la implantación del proyecto son de diferente naturaleza, según Enaire.
En relación con la seguridad operacional, la implantación de este proyecto supondrá un aumento de la predictibilidad de las maniobras como consecuencia de la estandarización de las mismas, así como en una disminución de la complejidad de la gestión del tráfico aéreo, "circunstancia que beneficiará tanto a la tripulación de las aeronaves como al personal encargado de la gestión del tráfico aéreo".
Desde el punto de vista medioambiental, la nueva estructura posibilitará que las aeronaves realicen unos perfiles de vuelo más eficientes y permitirá una optimización de las distancias recorridas por las aeronaves al disponer de rutas de vuelo más cortas.
Así dado que los cambios propuestos mejorarán la gestión del tráfico aéreo y los flujos de salida y llegada al aeropuerto, "se conseguirá una reducción del tiempo y recorrido de vuelo, y, por tanto, una disminución del consumo de combustible y de las emisiones de CO2 a la atmósfera".
Enaire destaca especialmente que los cambios propuestos en el proyecto no modifican sustancialmente el impacto acústico en relación con el escenario actual en las proximidades del aeropuerto, "existiendo, además, mejoras significativas desde el punto de vista de las emisiones de ruido en áreas más alejadas del mismo".
"Gracias a la menor dispersión de trayectorias, al aumento en la precisión de la navegación y a los nuevos procedimientos de vuelo instrumental se logrará mejor exactitud en el seguimiento de dichas trayectorias, facilitando el poder sobrevolar poblaciones a gran altitud", explica el gestor.
Por otra parte, no se han detectado impactos significativos sobre la avifauna, espacios protegidos, conservación de los enclaves Red Natura 2000 o afección alguna sobre los parques nacionales que puedan derivarse de la implantación del proyecto.
El proyecto también conlleva, según Enaire, una serie de mejoras directamente relacionadas con la calidad de servicio lo que, conlleva ahorros económicos en términos de reducción de demoras.