Archivo - La compañía española de turismo espacial espera que los primeros vuelos turísticos a la frontera del espacio despeguen de Sevilla en 2023 - EOS-X - Archivo
MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
Eos-X Space ha recurrido el sobreseimiento y archivo provisional de su querella contra Arthur D. Little y sus principales ejecutivos, lo que incluye al consejero delegado de Halo Space, Carlos Mira, y al consejero delegado global de la consultora, Ignacio García Alvés, por delitos de "corrupción en los negocios y apropiación ilegal de secretos industriales".
El equipo legal de Eos-X Spaceship Company ha presentado un primer recurso ante el titular del juzgado de instrucción número 11 de Madrid, quien ha sobreseído la querella. Si vuelve a ser sobreseído, presentará un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid, según ha anunciado en un comunicado.
Hace unas semanas, el titular del juzgado de instrucción número 11 de Madrid dictaminó el sobreseimiento y archivo de la causa abierta tras la querella del fundador de Eos-X Space, Kemel Kharbachi, contra el consejero delegado de Halo Space, Carlos Mira, por "revelación de secretos de empresa y corrupción en los negocios".
El magistrado considera que no existen razones suficientes para continuar con el procedimiento porque no está justificado que se haya cometido ningún delito, según el auto al que ha tenido acceso Europa Press.
La causa deriva de una querella interpuesta por el fundador de Eos-X Space contra Mira y la consultora Arthur D. Little (ADL), de la que Mira también era consejero delegado.
En concreto, Kharbachi había contrató a ADL para el proyecto de turismo espacial, unos servicios que no llegaron a realizarse pero de los que, según la querella, la compañía "se apoderó de los conocimientos y la información aportada por los querellantes" para constituir la empresa Halo Space, del mismo tipo de negocio y que actualmente es competidora directa.
Por su parte, tanto Mira como ADL niegan estas circunstancias y alegan que el proyecto de Kharbachi no salió adelante porque este no aportó el dinero que tenía que haber desembolsado, además de que el consorcio industrial que Kharbachi habría constituido no existía.
ADL, según aseguran, realizó una serie de trabajos sin cobrar y para aprovechar los trabajos realizados se constituyó Halo Space, dedicada al mismo tipo de negocio, pero "sin aprovechar la información" de Eos-X Space.
Así, explican que esta empresa es competidora de la del querellante, al igual que otras dedicadas al mismo sector, y que las técnicas utilizadas "no eran de exclusiva invención o aportación del querellante".
Por todo ello, el auto señala que no consta ni se alega que las técnicas o invenciones de la tecnología utilizada estén registradas o protegidas por la normativa sobre propiedad industrial, por lo que, de no haber secreto industria del que podrían haberse apropiado, solo se puede apreciar "discrepancias entre las partes por el cumplimiento de los contratos entre ellas suscritos" y no aprecia delito de revelación de secretos.
En cuanto al delito de corrupción en los negocios, el juez destaca que no le consta, ni se alega si quiera en la querella, que los querellados sobornaran a cualquiera de las otras empresas colaboradoras para que abandonasen el proyecto inicial.
Por su parte, el equipo legal de EOS-X Space, liderado por Luis González-Montes Sánchez, socio de Cremades & Calvo-Sotelo, asegura que el concepto de "aprovechamiento no cabe en una relación contractual como la existente" al existir unas cláusulas de confidencialidad, por lo que los trabajos y la información "eran en todo momento propiedad de EOS-X Space".
Además, sobre que las invenciones no estuviera registradas, destacan que en una relación contractual como la de ADL y EOS-X Space "la información y la investigación se acogen no a la figura de la patente, pública y abierta al público, sino al ámbito de los secretos industriales, que tendrían un carácter absolutamente confidencial". Por ello, estiman que el juez instructor "ha confundido la necesidad de tener algo protegible con el secreto industrial".
También alegan que antes de EOS-X no existía un concepto como el desarrollado y que era algo novedoso, una idea que, señalan, se utilizó para lanzar un proyecto competidor.