Su comparecencia motiva protestas de abogados, al modificar sus tesis en una declaración que ven confusa
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
El perito designado por la Xunta, el ingeniero de Caminos Juan Carlos Carballeira, ha modificado este jueves sus conclusiones ante el juez instructor de la causa que investiga el accidente del tren Alvia ocurrido en Angrois hace cuatro años, cuando murieron 80 personas y 144 resultaron heridas.
En una comparecencia que se ha prolongado durante casi tres horas, Carballeira, según fuentes consultadas por Europa Press, ha comenzado diciendo que tenía que hacer unas "correcciones" de su peritaje sobre el análisis de riesgos, presentado en el juzgado el pasado enero.
A la salida del juzgado, ha respondido a los periodistas que hizo estos cambios porque ahora "hay mucha más documentación" que la que tenía cuando realizó el informe.
Ante este punto, varios abogados de las partes personadas en el caso han emitido sus protestas, al alegar que estaba haciendo una modificación total de su peritaje. Además, varios letrados han considerado que sus opiniones, una vez más, han sido confusas.
En su exposición en sede judicial, este jueves, Carballeira ha destacado que comparte las conclusiones de la Agencia Ferroviaria Europea (ERA) sobre el siniestro ferroviario de la curva de A Grandeira.
Preguntado por este extremo por los medios de comunicación, ha afirmado que "claro" que está "de acuerdo" con estos expertos europeos, que consideran que un análisis de riesgo integral --que abarque todos los subsistemas-- era obligatorio en la línea Ourense-Santiago.
"Claro que estoy de acuerdo, pero bien contextualizado. Lo que dicen es verdad todo, pero hay que contextualizarlo", ha argumentado.
"SE HA HECHO"
A este respecto, cuestionado sobre si cree que la evaluación integral de la peligrosidad era obligatoria, ha respondido que esa calificación de integral "no existe", sino la de "completa", y ha defendido que ese análisis completo sí "se ha hecho".
A su salida de la sede judicial le esperaban varias víctimas del accidente, que le han increpado preguntando "cuántas muertas más" son necesarias para que se mejore la seguridad en la línea. "Espero que ninguna", les ha contestado este perito.
EL INFORME DE ENERO
En el informe entregado en enero, este ingeniero de Caminos, perito designado judicialmente y que es funcionario de la Xunta, consideró que "no era obligatorio" un análisis de riesgo "integral", que examinase cada uno de los subsistemas del sistema ferroviario --el propio convoy los distintos elementos de la vía y la señalización-- y los pusiese en interrelación.
El peritaje que Carballeira entregó al juez que instruye la causa a finales del pasado enero, al que tuvo acceso Europa Press, sostiene que en el tramo Ourense-Santiago de alta velocidad "no era obligatorio" dicho análisis en base a la normativa europea, "dado que no existía un cambio significativo en las instalaciones existentes".
Esta tesis se contrapone a lo expuesto en su día por el ingeniero de telecomunicaciones César Mariñas, que las partes reivindican como el más independiente y ha empezado su declaración sobre las 12,30 horas, ya que estaba citado a continuación por el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago.
Mariñas defendió en su documento, también presentado en enero, que "de haberse realizado un análisis integral de la línea, el peligro concreto de la curva de Angrois y su riesgo asociado hubiese resultado más que evidente" y expresó su convencimiento de que era "normativamente necesario".
Sin embargo, Carballeira incidió en que en la Especificaciones técnicas de interoperabilidad (ETI) de Infraestructuras "ni en ninguna otra aplicable" se exige específicamente un análisis de riesgos en el caso de que no haya cambios significativos.
Cuestión esta que contrasta con lo expuesto por Mariñas, que afirmó en su peritaje que la puesta en servicio de una nueva línea de alta velocidad "debe considerarse un cambio significativo del sistema ferroviario" y que el cambio del proyecto constructivo inicialmente adjudicado por el modificado finalmente ejecutado "supuso igualmente un cambio significativo".
También la propia Agencia Ferroviaria Europea (ERA), a la que el instructor acaba de solicitar un informe, aseveró en su día, en una comunicación con la plataforma de víctimas, que la puesta en servicio de una nueva línea -como fue el caso de la que conecta la ciudad de As Burgas con la capital gallega-- "supone claramente un cambio significativo".
En lo tocante a si la desconexión del sistema de control continuo de la velocidad 'ERTMS' necesitaba una evaluación de riesgos, Carballeira dijo en su informe que no cree que fuera preciso.
Así, apuntó en su estudio que se consideró por ADIF que "no era significativo", según justifica, "en base a que la circulación de la RFIG (red ferroviaria de interés general) se realiza en su mayor parte en Asfa -otro sistema de control de las velocidades-- y la línea había realizado las preceptivas pruebas en ese sistema, por lo que el cambio no lo sería, procediéndose a autorizarlo aplicando su propio sistema de seguridad (normativa Asfa)".
El juez Andrés Lago Louro, pidió nuevos informes a los tres peritos judiciales y les puso de plazo hasta enero al haber excedido el fijado inicialmente. Ahora, en el momento de las ratificaciones, consideró que la comparecencia de uno de ellos, José Manuel Lamela, no era necesaria.
"ERROR HUMANO" DEL MAQUINISTA
Asimismo, Carballeira, en un trabajo de 50 folios, recogió entre sus conclusiones que, "a primera vista, el accidente no parece un accidente normal en el sentido de que no es producto de una inesperada interacción de fallos, sino un caso de enormes consecuencias de un simple error humano".
Identificó que "cabe indicar como factores el hecho de la distracción del maquinista por la llamada telefónica y la existencia de un muro de hormigón en la curva" que "agrava el accidente".
Con todo, el perito aseguró que "no encuentra infracción normativa en las características de diseño" del tren y "tampoco en el diseño de la infraestructura de la curva tal y como fue proyectada y construida".
Así, afirmaba que el descarrilamiento por exceso de velocidad "se considera de severidad catastrófica y de frecuencia increíble", por lo que cree que es "un riesgo despreciable", como lo clasificó Adif.