San Vicente de la Barquera y su entorno natural, el paraíso cántabro

Playa De Berellín En Prellezo
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 8 julio 2011 14:37

La naturaleza se ha mostrado generosa en este hermoso pedazo de la costa occidental de Cantabria. Además de los valores históricos de San Vicente de la Barquera, su gran pueblo marinero, el atractivo del espectacular entorno paisajístico, con las playas y rías del Parque Natural de Oyambre a la cabeza, y la cercanía de la señorial villa de Comillas convierten a esta franja costera en un pequeño "paraíso" del mar Cantábrico.

Arropado por las rías de Pombo y Rubín, el casco antiguo de San Vicente tuvo una gran importancia durante la Edad Media. Ya en esta época, con el castillo del Rey y la iglesia de Santa María de los Ángeles como espolones fortificados de la villa, constituía un nudo clave en la ruta norte del Camino de Santiago y todavía hoy el albergue de peregrinos sigue activo en lo más alto del pueblo. Merece la pena visitar este antiguo Hospital de la Concepción (s. XV y XVI) junto a las viejas murallas antes de acercarse al templo más importante de toda la comarca que guarda en su interior un tesoro renacentista: el sepulcro del inquisidor Antonio del Corro. Los que, en cambio, se deciden a subir al castillo pueden descubrir la historia de la villa en una exposición con documentos y mapas originales y, sobre todo, disfrutar de la mejor panorámica de San Vicente y sus playas.

Durante los siglos XVI y XVII, al convertirse en uno de los principales astilleros de la Armada española, San Vicente vivió su mayor esplendor. Nos da una idea su rico patrimonio monumental, como el convento de San Luis (siglo XV), el palacio de la familia Corro (siglo XVI), el santuario de la Barquera o los puentes de la Maza y Puente Nuevo, que salvan las desembocaduras de las dos rías. El colapso circulatorio de estos puentes durante el desarrollo turístico del siglo XX provocó cierta antipatía entre vecinos y visitantes debido a los atascos de tráfico que colapsaban el casco viejo y sus accesos, aunque la apertura de la autovía del norte ha mejorado notablemente el tráfico de vehículos que sólo se resiente ahora durante el mes de agosto y especialmente en los fines de semana.

Pero dejando a un lado al pueblo de 5.000 habitantes, lo que convierte a este enclave en un auténtico "paraíso" son sus bellezas naturales. Empezando por el Parque Natural de Oyambre que aúna en sus casi 6.000 hectáreas un territorio litoral compartido por rías, acantilados, dunas, praderías -donde quedan las últimas vacas lecheras-, sierras costeras, arenales y excepcionales playas que, en bajamar, sirven de improvisado y relajante paseo, fundamentalmente en los casos de Merón y Oyambre, sus dos "joyas" costeras en época veraniega. En estas playas el baño y el surf cuentan con muchísimos seguidores, mientras que los amantes de la naturaleza y la fauna se decantan por la ría de La Rabia y sus alrededores. Para llegar a estos arenales hay que tomar la carreterita que conduce desde San Vicente al cabo de Gerra. Las vistas hacia el mar impresionan y seducen cuando se disfruta de un atardecer soleado y, si se quiere disfrutar de la comida casera a buen precio, uno de sus "chiringuitos", el Mesón Tarayán, tiene una excelente oferta. Carmen Martínez Bordiu y su marido José Campos o la ex diputada Isabel Tocino son clientes habituales de este modesto y popular local especializado en pescados y mariscos.

Siguiendo la carretera en dirección a Comillas, una lengua espectacular de arena fina nos indica que estamos en la ría de La Rabia, una de las grandes reservas de la fauna norteña. Cualquier paseo a pie por este entorno resulta delicioso, pero los que prefieren tomar una copa o jugar al golf pueden hacerlo en el histórico campo que rodea el arenal, el más antiguo de la España peninsular con más de cien años de existencia. Fue aquí en la playa de Oyambre, que se une a la de la ría, una fantástica "piscina natural marina", cuando el 14 de junio de 1929, el "Pájaro Amarillo" aterrizaba antes de la caída del sol. Un monolito situado en el mismo punto donde el avión tocó tierra tras 29 horas de vuelo atravesando el Atlántico conmemora la hazaña de tres atrevidos pilotos, Sollant, Lefebre y Lotti, que salieron desde la costa Este de Estados Unidos (Old Orchad) sin tener claro cual iba a ser su destino final. Con su aterrizaje forzoso, el "Pájaro Amarillo" se convirtió en el primer avión trasatlántico que tocó tierra española.

La bella carretera, ensanchada y dotada de un paseo para peatones y ciclistas, conduce a Comillas, aunque se debe hacer una parada en el "cementerio de árboles" que forma un paisaje muy original por la entrada del agua del mar en el bosque y, finalmente, otra en Trasvía y su mirador para degustar unas exquisitas croquetas caseras o un buen café viendo desde su balcón una vista panorámica de toda la reserva natural.

Comillas guarda en su casco antiguo, a pesar de encontrarse a más de 700 kilómetros de Cataluña, una amplia muestra del modernismo catalán. Gracias a un emigrante indiano, Antonio López, que hizo fortuna con el tabaco y las navieras, la villa se transformó a finales del siglo XIX con el trabajo de algunos artistas como Lluís Doménech i Montaner, Joan Martorell o el propio Antonio Gaudí. Sus obras más importantes -la Universidad Pontificia, el Palacio de Sobrellano, El Capricho o el cementerio con la escultura del Ángel Exterminador- invitan a un paseo tranquilo por esta encantadora villa señorial.

Si se opta por tomar la dirección oeste hacia la muy cercana Asturias, una playa sorprende al visitante por sus formas rocosas y su bellísima bajamar. Berellín pertenece a Prellezo, una aldea localizada a unos cinco kilómetros de San Vicente, y se trata de una playa encajonada, abrigada y segura para los niños. Desde esta playa, visible por su espectacular arco de piedra plagado de percebes en la cara que mira hacia el horizonte, parte un sendero a pie que conduce al Faro de San Vicente y a la Punta del Castillo donde antaño se levantaba una fortaleza defensiva, hoy derruida.

Guía práctica

Dormir:

- Gerra Mayor. Barrio Llao s/n. 942 711 401. Hotel rural con una privilegiada ubicación junto al Cabo de Oyambre. Excelentes vistas a la playa de Merón.

- Hotel El Pájaro Amarillo. Oyambre. Los Llaos. 942 720 917. Junto a la Playa de Oyambre.

Comer:

- Maruja. Avenida Generalísimo s/n. 942 710 077. El mejor restaurante en el casco viejo de San Vicente. Desde 1941. Pescados y mariscos.

- Mesón Tarayán. Carretera de San Vicente a Gerra. 942 746 081. Pili Izaguirre propone excelentes materias primas, abundantes raciones y precios recortados en su oferta. Son célebres las mariscadas de tres grandes bandejas que se encargan el día anterior.

- El Mirador de Trasvía. Trasvía. 942 722 514. Buena comida e incomparables vistas al Parque Natural de Oyambre.

Dulces:

Confitería Ramos. Plaza José Antonio 6. Excelentes corbatas y productos típicos cántabros. 942 710 014.