Teatro Campoamor. En Oviedo (Asturias), a 8/10/2022 ( Jorge Peteiro / Europa Press) - JORGE PETEIRO
MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ciudad asturiana de Oviedo acoge este fin de semana los Premios Princesa de Asturias, una oportunidad única para descubrir esta ciudad que es una de las joyas históricas nacionales, ya que acoge varios lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La mayor parte de estos puntos de interés se concentran en el casco antiguo medieval, una zona acotada para recorrerla a pie disfrutando de sus red de callejuelas embaldosadas y adoquinadas. Las losetas del casco antiguo presentan decenas de fósiles de crustáceos prehistóricos con una antigüedad de 400 millones de años.
La plaza Porlier, la Corrada del Obispo, la plaza del Ayuntamiento, el entorno del Edificio Histórico de la Universidad y la plaza de la Catedral son algunos de los lugares en los que hay que bajar la cabeza para encontrar a estos antepasados de los mejillones.
Además de su patrimonio, Oviedo también ofrece experiencias gastronómicas y sensoriales únicas. Entre otras actividades imprescindibles, no podemos olvidar beber la bebida más popular de la ciudad en una de las sidrerías del centro.
EMPEDRADO CENTRO HISTÓRICO MEDIEVAL.
El centro histórico de Oviedo está formado por una red de maravillosas calles empedradas en las que se alzan edificios espectaculares, algunos de ellos del siglo XVI.
La Torre de la Catedral de Oviedo es el punto central de la ciudad medieval, situada frente a una amplia plaza y numerosas calles cercanas son peatonales conduciendo a otras plazas y monumentos cercanos, como el ayuntamiento.
La Catedral de San Salvador es uno de los puntos imprescindibles turísticos de la ciudad. La basílica católica romana incluye unas torres de 80 metros que se alzan sobre la plaza empedrada. La mejor perspectiva para capturar la fachada románica es desde la fuente del extremo suroeste de la plaza, donde podrás fotografiar el reflejo de la catedral sobre la superficie del agua.
La entrada a la catedral, que tiene un coste aproximado de siete euros, proporciona acceso al coro y a las capillas distribuidas en tres amplias naves, iluminadas entre grandes ventanas arqueadas. Especialmente interesante es la Cámara Santa, una capilla adyacente a la catedral donde se encuentra el Arca Santa, de gran valor para muchos peregrinos devotos.
A poca distancia a pie del casco antiguo de Oviedo se encuentra el Campo de San Francisco, un jardín de visita gratuita donde poder disfrutar de los senderos y de la sombra de los cuidados robles y castaños. Pavos reales y palomas campan a sus anchas por el parque, en cuyos estanques también podrás dar de comer a los patos.
En el parque también se encuentra el famoso calendario floral que cambia cada día a las 8 de la mañana gracias a la labor incansable de los jardineros, así como una pequeña estatua de Mafalda, con la que la ciudad rinde homenaje a su creador Quino, premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
OVIEDO: UN MUSEO AL AIRE LIBRE.
Y es que lo que no falta en la ciudad son esculturas que convierten a la ciudad en un auténtico museo al aire libre. En Oviedo se encuentran cerca de 100 piezas entre las que destacan El regreso de Williams B. Arrensberg, la escultura de Woody Allen, La Lechera, La Pescadera, Las Vendedoras del Fontán, La Regenta, El diestro.
En la Plaza de la Escandalera que hace honor a su nombre por el reloj que toca con sus campanas a las horas en punto el 'Asturias Patria querida' (que tanto les gusta a los turistas y tanto temen los que viven cerca de allí) están Los Asturcones, unos caballos asturianos rústicos y pequeños, procedente de la familia de los ponis. En esta misma Plaza nos encontramos 'La Maternidad' escultura de Fernando Botero, pintor y escultor colombiano.
EL TEATRO DE OPERA MÁS FAMOSO DE LA CIUDAD.
También podemos encontrar la escultura 'Esperanza Caminando' a las puertas del Teatro Campoamor, el teatro de ópera más famoso de la ciudad, fundado en 1892 con un estilo italiano inspirado en el Teatro de Comedia de Madrid
Cuenta con 1.440 localidades. Una de sus mayores curiosidades es que se pueden quitar todos los asientos del patio de butacas y elevar el suelo con un sistema hidráulico para que quede al mismo nivel. Se utilizaba para hacer bailes sociales en San Mateo y Nochevieja.
También hay placas en los asientos que utilizaron durante años asturianos ilustres, como Emilio Alarcos o Severo Ochoa.
La Plaza de la Constitución es, junto con la Plaza de la Catedral, la más céntrica e importante de la ciudad de Oviedo, siendo también el lugar donde se encuentra el ayuntamiento y la Iglesia de San Isidoro El Real, situada en el extremo oeste de la plaza.
Es un importante cruce de caminos del casco antiguo: de esta plaza arrancan en dirección norte la Calle Cimadevilla y la Calle del Peso, que aún conserva restos de la antigua muralla; en dirección sur la Calle Magdalena y la Calle Fierro, que conduce al famoso Mercado del Fontán; hacia el este discurre la Calle Sol, por la que se puede acceder también a la Plaza Trascorrales.
PLAZAS Y FUENTES.
La Plaza de El Fontán ha sido durante siglos una de las plazas más visitadas de la ciudad. Su nombre proviene de la fuente manantial o fontán que llenaba la primitiva laguna que se encontraba en esa zona. Fue utilizada antiguamente como corral del comedias.
En esta plaza se encuentra el Mercado del Fontán, un lugar idóneo para degustar los típicos productos asturianos. Este mercado situado en el centro de la capital se remonta al siglo XVI, cuando el Emperador Carlos V regaló a la capital asturiana un mercado franco para remontar la economía local. Se caracteriza por su cálida iluminación natural proporcionada por sus amplias cristaleras y su espacio diáfano.
También es muy visitada en Oviedo la Fuente de Foncalada, único de los monumentos prerrománicos más importantes de Oviedo y el único resto de construcción con fin de utilidad pública de la Alta Edad Media dentro de la ciudad. Está considerado, además, el monumento civil en uso continuado más antiguo de España.
Fue usada por los ovetenses como fuente y lavadero hasta principios del siglo XX; posteriormente, en 1931, fue declarada monumento.
SIDRA PARA REGAR EL CACHOPO Y EL QUESO CABRALES.
Y para finalizar no podemos irnos de la ciudad sin degustar su famosa sidra. Oviedo es conocida como la capital nacional de la sidra. Lo mejor para disfrutar de esta bebida es dirigirse a las callejuelas del casco antiguo, como las calles Gascona, Carpio y Llaviada, repletas todas de sidrerías tradicionales.
Es asombrosa la habilidad con la que escancian la sidra desde una altura considerable cayendo con perfección matemática en un vaso y formando sus características burbujas.
Y además de beber hay que comer. Entre los platos más típicos que podemos encontrar en Oviedo se encuentran la fabada asturiana, cocido compuesto por fabes (alubias blancas), cerdo, morcilla y chorizo; el cachopo, dos grandes trozos de ternera empanada rellena de jamón y queso, que puede además ir relleno de más ingredientes; el pastel de cabracho, pastel salado compuesto este pescado de color; así como el delicioso queso cabrales, un queso azul realizado a partir de leche cruda de vaca, cabra u oveja cuyo proceso maduración se realiza desde hace siglos en unas cuevas de los picos de Europa.
Y para acabar con un dulce típico, los carbayones, hojaldre hecho en tres pliegues relleno de una mezcla de almendras, azúcar, huevo, vino y almíbar. Este postre, que se creó para representar a Oviedo en la I Feria Internacional de Muestras de Gijón en 1924, ha llegado hasta nuestros días.