MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Con la llegada del frío y la bajada de las temperaturas, los comensales buscan entrar en calor en estos días con guisos y platos de cuchara que nunca fallan.
Las cocinas de los restaurantes han puesto sus ollas a calentar y a preparar diversas propuestas para paliar la bajada de las temperaturas. quí os dejamos algunas recomendaciones para combatir este frío.
En La Gran Tasca (c/Santa Engracia, 161) no esconden que en sus 80 años de historia, y por donde han pasado desde Lola Flores a Florentino Pérez, Hombres G o Miguel Indurain, el protagonista de su cocina es su cocido.
Este plato castizo por excelencia es preparado con sumo mimo en esta casa de comidas, ya que la sopa se prepara a lo largo de dos días, mientras que la sopera se deja en la mesa junto a una bandeja con los 15 ingredientes con los que lo elaboran: carnes, garbanzos de Fuentesaúco, verduras y hortalizas, gallina campera, chorizo ahumado casero y morcilla, que se acompaña de otro bocado muy especial, su pelota de carne picada mixta rebozada y cocida en el propio caldo.
Otro clásico que no falla es el cocido de Malacatín (c/Ruda, 5). A fuego lento y sin prisa, así preparan desde hace más de 100 años el cocido en el local, donde los clientes pueden disfrutar sin prisa de uno de los platos más característicos de Madrid y donde no falta su sopa de fideos, sus garbanzos, su piparra al vinagre, repollo, patata cocida, la pringada del tocino de veta, el chorizo de León o la morcilla asturiana, la gallina, morcillos de ternera y manitas de cerdo.
Para los paladares más tradicionales, en Lhardy (Carrera de San Jerónimo, 8) podrán degustar uno de los grandes clásicos de la cocina madrileña como es su icónico cocido con sopa con fideos cabello de ángel, garbanzo de pico pardal de Castilla y León, verduras (repollo, patata y zanahoria) de Carabaña, chorizo de León, morcilla de arroz y secreto ibérico estilo Burgos (Casa Alba), longaniza trufada de cerdos de Euskal Txerri, tocino ibérico, morcillo de buey gallego, tuétano de vaca gallega, jamón ibérico de Huelva, foie del Ampurdán en escabeche, costilla ibérica de Sierra de Villuercas y relleno de cocido de ropa vieja.
Para los que prefieran otro tipo de legumbre otra opción pasa por degustar unas pochas frescas guisadas con un pilpil de cocochas, uno de los platos más icónicos de La Fonda de la Confianza (c/del General Gallegos, 1), donde Paco Patón, premio Nacional de Gastronomía, y su equipo apuestan por la materia prima de calidad y una buena mano en los fogones para deleite del comensal, que se sentirá como en casa nada más cruzar el umbral de la fonda.
Por su parte, en El Lince (c/Príncipe de Vergara, 289), el concepto más casual e informal del chef Javi Estévez, que cuenta con una estrella Michelin en La Tasquería, no faltan platos de cuchara para entrar en calor, entre los que destacan sus pochas guisadas con verdura y piparras o su tradicional guiso de callos, pata y morro, que vienen ideales ante esta bajada de las temperaturas.
Mientras que en A'Barra (c/del Pinar, 15) los sabores del invierno llegan a la mesa estos meses con guisos como el meloso de setas de temporada y mantequilla de chalotas o el que se elabora con una acelga LC, caldo de cocido Joselito, foie y trufa, que asentarán perfectamente los cuerpos para combatir el frío de estas fechas.
Los amantes de los platos de cuchara tampoco pueden dejar de acercarse a Señor Pepe (c/Castelló, 1), la reciente apertura del chef José Carlos Fuentes en Madrid, donde poder elegir entre varias opciones entre las que destacan los judiones con tendones, cigalas y rabanitos, los garbanzos con rabo de toro relleno de foie-gras o la alubia blanca con morro, oreja y morcilla asturiana, entre otros.
Mientras, también para estas gélidas fechas, Rubaiyat Madrid (c/Juan Ramón Jiménez, 37) propone disfrutar de la 'feijoada', el plato nacional de Brasil, proveniente de los esclavos de la época colonial, que se ha convertido de un clásico cuando llega el frío.
Una propuesta que tiene como protagonista a los frijoles o judías pintas con arroz, que se acompañan de una variedad de carnes de cerdo, chorizos, salchichas, solomillo, lomo adobado, chuletas, manitas, lengua, rabo y 'farofa'.
En Rubaiyat todo ello se termina de cocinar en vivo en cazuelas de cobre a la vista de los comensales, que pueden servirse a voluntad acudiendo al centro de la sala, donde se sitúa esta humeante estación repleta de sabores y colores cada sábado hasta primavera.
Por su parte, con sabores asiáticos, en Le Petit Dim Sum en la Galería Canalejas (c/Alcalá, 12) proponen entrar en calor con sus noodles, su auténtica sopa de fideos, con wonton de langostinos, un plato reconfortante que hace frente al frío.
Y para los que prefieran disfrutar en casa de un ramen, en Nomomoto ofrecen varias propuestas en su 'delivery' como el Aji-tama miso ramen, elaborado con fideos japoneses con secreto ibérico, huevo marinado y verduras en caldo dashi con ternera y miso; el Tori kara-Age Miso Ramen, elaborado con fideos japoneses con secreto ibérico, pollo frito japonés y verduras en caldo dashi con ternera y miso.
Además, para entrar en calor también proponen el Zenbu nose kara miso ramen, una sopa de fideos japoneses con secreto ibérico, pollo frito japonés, huevo marinado y verduras en caldo dashi con ternera y miso picante.