Sobrevolar viñedos en globo y recorrer bodegas catedrales con una copa de vino

Ideas para el Día Mundial del Enoturismo
Ideas para el Día Mundial del Enoturismo - OTAZU
Actualizado: jueves, 28 noviembre 2024 14:15

   MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Acabada la vendimia, los viñedos, ya sin fruto, lucen con sus tonos rojizos y ocres que da el otoño y las bodegas atraen al visitante con propuestas enoturísticas coincidiendo con el 'Día Mundial del Enoturismo', que se celebra el segundo domingo de noviembre, ofreciendo una oportunidad inmejorable para disfrutar de paisajes únicos que se maridan con vino y una cuidada gastronomía.

   Para este día, Bodegas Montecillo abre las puertas de su histórica bodega de Fuenmayor, su bodega fundacional y que cuenta con referencias que datan de 1926. Una experiencia disponible exclusivamente los días 9 y 10 de noviembre perfecta para conocer su legado.

    La visita comienza en la bodega actual y, desde allí, un transfer llevará a los asistentes a la bodega fundacional, iniciando la visita donde comenzó la historia de Bodegas Montecillo en 1870 y donde se degustarán una de las referencias más especiales de Bodegas Montecillo, Gran Reserva Selección Especial 2007, para volver después a la bodega de Navarrete a recorrer su sala de barricas, el botellero manual y el taller de barricas. Como broche de oro final, los visitantes disfrutarán de una cata de diferentes referencias acompañada de un delicioso aperitivo.

   Por su parte, disfrutar de los viñedos desde las alturas es algo que nunca falla de la mano de Bodegas Muga, que propone ver el 'mar de viñedos' rojizos desde un globo. Tras el vuelo se puede degustar un almuerzo tradicional de la zona y los que prefieran disfrutar de su bodega en tierra también podrán recorrer sus viñas con un 'segway' o realizar un picnic en uno de sus viñedos más especiales.

En La Rioja alavesa, Bodega Solar de Samaniego ofrece una opción perfecta en la que disfrutar de unos días marcados por vino, gastronomía y arte. La bodega de Laguardia ofrece una atracción turística completa, donde maridar la intervención artística del muralista australiano Guido van Helten y sus lienzos en los depósitos de hormigón en desuso de la bodega con una cata de vinos y sus propuestas gastronómicas. También se puede disfrutar de rincones únicos como su 'biblioteca' de la sala de barricas.

   En Castilla-La Mancha una opción es pasear por viñedos situados a 1.000 metros de altura, una posibilidad que ofrece la Bodega Finca Río Negro, que está ubicada en Cogolludo (Guadalajara). En sus instalaciones, además de visitar sus viñedos, se pueden ver corzos y ciervos, aprender cómo se elaboran sus vinos y disfrutar de una cata acompañada de un aperitivo y probar el mosto.

   Mientras que en la DO de Toro han diseñado unas rutas en autobús para conocer el patrimonio cultural y gastronómico. Así, en ellas el viajero podrá callejear por las calles de la ciudad zamorana en una visita guiada, conocer sus conventos y monumentos, además de conocer instalaciones de bodegas como las de Rejadorada, Monte la Reina o Valbusenda, entre otras, para luego degustar la cocina tradicional de la zona en alguno de sus restaurantes como el de la bodega Divina Proporción.

   En Ribera de Duero, la familia Figuero abre las puertas de su bodega en La Horra (Burgos) para convertirse en los anfitriones perfectos y acompañar al visitante a asomarse a los viñedos, conocer el proceso de elaboración de primera mano, y por supuesto degustar los vinos de su bodega Figuero 12 y Figuero Viñas Viejas.

   Mientras, en la DO Rueda proponen disfrutar este fin de semana en su territorio a través de una visita a sus bodegas subterráneas que se extienden por los diferentes pueblos de la Ruta del Vino de Rueda, ya que a diferencia de otras regiones vinícolas de España, muchas de estas bodegas están construidas bajo las propias casas de los viticultores, lo que ha hecho que el vino haya convivido con la población local a lo largo de diez siglos, marcando profundamente su ADN.

   Una propuesta es acercarse a Yllera, donde además de realizar una visita guiada por sus antiguas bodegas del S.XV de origen mudéjar se puede también comer o cenar en la Gastrobodega, a 20 metros bajo tierra, que lleva el sello del chef Martín Berasategui, donde la gastronomía y el producto se respetan y se dan la mano en un espacio único donde degustar de la alta cocina con los vinos de la tierra.

ARTE ENTRE BARRICAS

   Disfrutar del arte entre barricas es otra opción para este fin de semana de enoturismo. Los amantes del arte moderno deben visitar Navarra para disfrutar en Otazu de una experiencia artística y enológica a través de un recorrido donde el arte contemporáneo, con obras de Manolo Valdés, Antoni Tapies o Ai Weiwei, entre otros, se conjuga con la cultura enológica, la naturaleza y el patrimonio histórico.

   Mientras que para los prefieran el arte más clásico, no hay mejor opción que disfrutar de un palo cortado o un amontillado en Jerez de la Frontera mientras se contempla un Goya o un Velázquez en Bodegas Tradición, que cuenta con una cuidada colección de pintura española de los siglos XIV a XIX. La bodega jerezana muestra a sus visitantes cómo es el proceso de crianza y envejecimiento de sus vinos y soleras, además de su colección de arte.

   Asimismo, para los amantes de la arquitectura, el plan puede ser visitar Marqués de Riscal, elegida esta semana como la mejor bodega del mundo, en Elciego, cuya bodega es obra de Frank Gehry, arquitecto del Guggenheim de Bilbao, que destaca ya desde la lejanía por sus cascadas de titanio en tonalidades rojizas que recuerdan al vino tinto y que se enmarcan en esta época entre viñedos rojizos.

   Y en Laguardia, Ysios dejará sin habla al visitante con su bodega integrada completamente en el paisaje de la Sierra de Cantabria, gracias a la volumetría de su tejado obra del prestigioso arquitecto español Santiago Calatrava para luego en su interior disfrutar de los grandes vinos que se elaboran en ella.

BODEGAS CATEDRALES EN EL MARCO DE JEREZ

   También en un día como éste no puede faltar la visita a las bodegas 'catedrales' del Marco de Jerez, que esconden mucha historia entre sus muros y paredes. Los 'sherry lovers' podrán perderse entre sus soleras, mientras disfrutan de los altos arcos que sustentan estas espectaculares bodegas.

   En Jerez, un icono es González Byass con su bodega de Tío Pepe, donde trasladarse al pasado paseando por su calle de los Ciegos, una de las más bellas de España, y disfrutar de sus finos, amontillados y brandis. Además para hacer más completa la experiencia, nada mejor que alojarse en el Hotel Bodega Tío Pepe, el primer 'sherry' hotel del mundo con vistas a la catedral y en el que vivir la cultura del vino y el brandy.

   Perderse entre cascos bodegueros de más de 100 años se algo que se puede disfrutar visitando Lustau, donde perderse entre sus botas copa en mano para ir descubriendo los secretos del vino de Jerez, desde el velo de flor fundamental para su crianza, hasta como debe ser encabezado o 'abrigado' -añadirle alcohol para su estabilización- o al sistema de criaderas y soleras. En la cata final, como broche de despedida a la visita, se puede disfrutar de unos vinos que la convierten en una de las bodegas españolas más reconocidas.

    También Osborne, ubicada en el Puerto de Santa María, propone conocer los orígenes de esta icónica marca, el proceso de envejecimiento del vino y el Brandy de Jerez, así como el recorrido histórico de su icónico Toro. Todo ello con la degustación de sus vinos generosos en un ambiente extraordinario.