El actor Alejandro Albarracín, nuevo capataz de 'Tierra de lobos'

MADRID, 6 Dic. (OTR/PRESS) -

El actor Alejandro Albarracín se une a partir de este miércoles, a las 22.30 horas de la noche, al reparto de la ficción de Telecinco 'Tierra de lobos', producción en la que dará vida al nuevo capataz.

De este modo, el intérprete andaluz, nacido en Jerez de la Frontera, encarnará a un joven misterioso llamado Álvaro que aprovechará el hueco dejado por Aníbal para introducirse en Casa Grande en su puesto.

Alejandro Albarracín ha participado en series de televisión como 'Gavilanes', '¿Hay alguien ahí?', 'Rocío, casi madre', 'Amar en tiempos revueltos', 'Mesa para cinco' y 'Los hombres de Paco', entre otras.

El actor también ha figurado en los créditos de las tv movies '11-M' y 'La piel azul' y de los cortometrajes 'El palacio de la luna', 'Nuestro propio cielo' y 'No existe el adiós'.

A partir de este miércoles, en el capítulo 'La misma sangre', Albarracín encarnará a Álvaro, un hombre de mundo que ha viajado y estudiado y que está muy por encima de las exigencias de su puesto de capataz en Casa Grande.

Las razones por las que ha llegado a Tierra de Lobos son desconocidas, aunque pronto deja ver que tiene algo contra Lobo, alguna afrenta que sólo él conoce. Su pasado se irá revelando poco a poco a través de sus encuentros con otros personajes como Inés, con la que coincidió en el pasado.

Álvaro posee un código moral que no le permite hacer las cosas de cualquier manera y trabajar para Lobo le produce un eterno conflicto. Siente una debilidad por Almudena, con la que simpatiza y de la que se compadece. Poco a poco se irá enamorando de ella, lo que chocará frontalmente con sus planes de venganza.

Además, en la nueva entrega, cuando César y su antigua banda regresan del atraco al Banco de Toledo, descubren que Lobo les ha tendido una trampa. A punta de pistola, el cacique les obliga a meterse en unos ataúdes y los entierran vivos.

Cuando Aníbal lo descubre decide ir a rescatar a sus hermanos y abandona Casa Grande para siempre, aunque tal decisión le cuesta la boda con Nieves.

Entretanto, Isabel es encerrada en un convento para purificarse y allí una dura madre superiora intentará liberarla de su impureza mediante el castigo físico.