Claire Foy y Matt Smith, el 'matrimonio real' de The Crown: "Hay romance, pero es una batalla"

MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

Este viernes la Corona vuelve a brillar en Netflix. The Crown, la ficción basada en el reinado de Isabel II regresa a la plataforma con 10 nuevos episodios protagonizados por Claire Foy como la monarca británica. Un personaje, que en los nuevos capítulos, se mostrará más humano y menos político y que lucha ante el deterioro de su matrimonio con Felipe de Edimburgo (Matt Smith). Una intensa relación en la que saltarán chispas, como han adelantado los actores: "Hay romance, pero es una batalla".

"En la primera temporada se tapan los problemas, pero en la segunda la realidad se descubre". Y es que este será, sin duda, uno de los grandes reclamos de la serie, desvelado por Foy en un encuentro con Europa Press durante la premiere de la ficción en Londres.

Para Foy, su personaje y el de Smith siguen errando como pareja. "No han resuelto muchas cosas, no están hablando, no se están comunicando", explica la actriz. Aunque habrá momentos que derretirán a la audiencia, gracias a Foy y su capacidad para "parecer que está enamorada", como afirma bromeando Smith.

Y sí, el amor también estará presente en los nuevos capítulos, según avanzan ambos actores. Para Smith, "los momentos más románticos son los que no parecen tan románticos". El actor ha aprovechado para describir alguna de las escenas más dulces que no llegarán a ser vistas. La audiencia tendrá que conformarse con imaginarse a Felipe e Isabel en África, abrazados junto a un árbol y, por extraño que parezca, solos. El resto del tiempo, la tensión se adueñará del ambiente.

¿Realmente Felipe de Edimburgo le fue infiel a Isabel? Al parecer, la verdad seguirá guardada en Buckingham. Por su parte, la 'reina ficticia' ha confesado que "sería muy extraño que Peter [Morgan] no hubiera incluido esto". Aunque, a su entender, lo ha hecho "con mucha delicadeza. Y creo que depende mucho de los puntos de vista".

HUMANIZACIÓN, CELOS Y REALIDAD

"Muy pronto me di cuenta de que tengo que sacar la esencia de la situación y saber que son seres humanos". Así ha enfrentado Foy la humanización de su personaje en la segunda temporada. Una tanda de diez episodios mucho más enérgicos y apasionantes, que regalarán a los espectadores un duelo de altura entre la monarca y la mismísima Jackie Kennedy (Jodi Balfour).

Un personaje que se perfila emocionalmente sin temor, evolucionando vertiginosamente respecto a la primera temporada. Según Foy, le ha ayudado pensar que "estaba interpretando a Elizabeth Mountbatten, no a la reina de Inglaterra". Así, puede garantizar que siente, padece -e incluso envejece- en carne y hueso.

La realidad a la que alude la actriz es ese arma de doble filo al que se enfrenta la serie de Peter Morgan. Como explica Foy, "cuando ves algo e inmediatamente lo buscas en Internet y ves la imagen, ves lo que hemos hecho nosotros". Para la actriz, esto "significa que le da credibilidad y autenticidad a los escenarios privados y emocionales". Sin embargo, la química entre los actores que dan vida al maltrecho matrimonio traspasa la pequeña pantalla.

Sin embargo, la serie sigue su curso. Así, la nueva tanda de episodios ha supuesto una intensa despedida para la pareja ficticia. Algo que Smith explica entre la lástima y el humor: "Lo echaremos de menos, pero viene gente nueva que va a sobrepasarnos y la gente nos olvidará. Ha sido algo muy intenso pero muy rápido". Entre esas nuevas caras estará Olivia Colman, única actriz confirmada para el 'elenco real' de la tercera temporada hasta la fecha y que tomará el testigo de Foy como Isabel II.

Pero de esta esta etapa que ya cierra, Foy no solo se lleva el peso de la corona, sino un aprendizaje que, asegura, le ha marcado como nunca antes nada lo había hecho: "Esta serie me ha enseñado que puedo llegar a cambiar la percepción de la gente sobre algo. Y eso es lo que la serie puede hacer". Y es que The Crown hará partícipe al mundo entero de la vida de Isabel II, insinuando y mostrando a partes iguales mientras acerca a la Reina británica al pueblo. Mucho más que un discurso navideño.