MADRID 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
La llegada de Colón al Nuevo Mundo, la conquista de Nápoles, la cristianización de Granada o el esfuerzo de unir Castilla y Aragón bajo una misma Corona. Estos son algunos de los momentos clave que viviremos en la última temporada de Isabel que verá este lunes 8 de septiembre en La 1 de RTVE
Eusebio Poncela, Irene Escolar, Fernando Guillén Cuervo, Úrsula Corberó y Raúl Mérida, entre la veintena de actores que se suman al reparto encabezado por Michelle Jenner y Rodolfo Sancho
En la nueva temporada los monarcas se enfrentarán a desgracias personales como reyes y como padres, sin perder de vista su principal objetivo: unificar las coronas de Castilla y Aragón en un único heredero.
"Lograron lo que otros creyeron imposible: un poder forjado con espadas, sellado con alianzas y alimentado con nuevos desafíos. Defenderlo no será fácil... porque sus enemigos van a ser cada vez más crueles. Pero nunca tanto como su destino". Así promociona Televisión Española la última y más apasionante temporada de 'Isabel', una producción de TVE en colaboración con Diagonal TV y Telefónica Studios.
Nuevos capítulos en los que los espectadores asistirán al sufrimiento de Isabel y Fernando, que deberán superar numerosas desgracias como reyes y como padres. El FesTVal de Vitoria ha sido, por tercer año consecutivo, el escenario elegido para estrenar 'Isabel'.
La nueva temporada de 'Isabel' narrará una época apasionante en la vida de los Reyes Católicos que tendrá importantes consecuencias en la futura creación de lo que hoy es España.
Isabel ya ha consolidado su reinado. Han sido años convulsos, emocionantes y plenos de momentos claves para la Historia, pero también se ha resentido la relación de pareja entre Isabel, cada vez más sometida a ese Dios todopoderoso que la guía en su vida y reinado, y Fernando, siempre aliado, pero también rival.
El descubrimiento de América en 1492 convierte a Castilla en una gran potencia mundial. También ha culminado la Reconquista con la cristianización de Granada y, junto a la aventura colombina, parece que se ha alcanzado una meta. Sin embargo, desde el inicio, Isabel y Fernando perciben cruelmente la fragilidad de todo lo conseguido. Los monarcas se enfrentarán a una sucesión de desgracias personales que habrán de superar como reyes y como padres, sin perder nunca de vista su objetivo: unificar las coronas de Castilla y Aragón en la cabeza de un heredero legítimo.
NUEVOS PERSONAJES
En cuanto a los nuevos personajes destacan Eusebio Poncela, que será el Cardenal Cisneros, confesor y consejero de la reina Isabel; Fernando Guillén Cuervo se pondrá en la piel de Gutiérre Gómez de Fuensalida, embajador real hábil, sagaz y enérgico; mientras que Irene Escolar encarnará a una de las hijas más conocidas de Isabel, la princesa Juana, tercera hija de los Reyes Católicos que recibió una gran formación intelectual. Con un sentido de Estado superior al de sus hermanos, era conocida por sus celos heredados y la pasión torturada que sentía por su marido Felipe el Hermoso, interpretado por el actor Raúl Mérida.
Adrián Lamana será el príncipe Juan, segundo hijo de Fernando e Isabel, un joven enfermizo pero apasionado y el heredero de las coronas de Aragón y Castilla; y Úrsula Corberó, se convertirá en la princesa Margarita de Habsburgo, una joven culta y con un afilado sentido del humor de cuyo encanto toda la corte quedará prendada. Francesc Garrido, por su parte, se meterá en el personaje de Juan Rodríguez de Fonseca, un eclesiástico y político colaborador de los Reyes Católicos y hombre de confianza de Fernando.
ATENTADO A FERNANDO EN BARCELONA
La temporada arranca en 1492. Los reyes viajan a Barcelona para negociar con los embajadores la devolución del Rosellón y la Cerdaña. Fernando mira hacia el Mediterráneo, hacia Italia. Una nueva fase en el proyecto de construcción del estado se ha puesto en marcha.
Fernando sale del Palacio Real Mayor después de una audiencia. Cuando se dispone a subir a su caballo, un hombre, Juan de Cañamares, surge de entre la multitud. Con un sable le propina un golpe por la espalda que le produce una profunda herida en el cuello. Aunque Fernando se recupera después de que se haya temido por su vida, este contacto inesperado con la muerte provoca una seria reflexión en Isabel, que empieza a planear el futuro.
Por primera vez es consciente de la fragilidad de todo, de la certeza de la muerte, del problema de su herencia y de la necesidad de asegurar el futuro de sus hijos y de sus reinos. De nuevo surge la antigua idea de las dos coronas para una sola cabeza. Y, lo que más inquieta a la reina, es la certidumbre de que les queda todavía mucho por hacer y no sabe cuánto tiempo tiene por delante.