El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, ha reivindicado que el país centroamericano ha superado "un golpe de Estado a cámara lenta" fruto de las sucesivas impugnaciones de la Fiscalía contra su partido, el Movimimiento Semilla, y contra los resultados de las últimas elecciones, si bien ha advertido de que algunos de sus responsables se mantienen aún en sus puestos y será necesario tomar "medidas".