"Aquí todo sigue igual". Es la frase que resume el sentir general de la oposición cubana un año después de la muerte de Fidel Castro. Los cambios, auguran muchos, se esperan el próximo año, cuando su hermano Raúl cederá el testigo a una nueva generación que, por primera vez en más de medio siglo, desvinculará el apellido Castro del futuro de la isla caribeña.