Las familias con un nivel adquisitivo y educativo bajo duermen peor y presentan mayores trastornos del sueño. Así lo confirma el estudio 'Condiciones socioeconómicas y sueño', elaborado por IKEA y Alianza del Sueño. Factores como los ingresos, la educación, el género o los roles sociales y laborales afectan directamente al sueño de las personas, tanto en la cantidad como en la calidad. La falta de sueño conlleva asimismo un coste económico significativo derivado de sus efectos negativos sobre la salud y la productividad. El estudio también analiza cómo afecta el nivel socioeconómico de las familias al sueño de niños y adolescentes. A partir de los resultados del informe, IKEA quiere ofrecer soluciones que faciliten un descanso óptimo y asequible para la mayoría de personas.Seis factores que desempeñan un papel importante en la calidad del sueño y que se pueden conseguir con pequeños cambios.Los expertos destacan la importancia de educar en hábitos de higiene del sueño, acudir a un profesional sanitario y llevar a cabo campañas educativas públicas.