Un estudio realizado por profesores y profesionales vinculados a la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Valladolid (UVA) ha analizado el papel de los bosques municipales como sumideros de carbono y han establecido unos parámetros que permiten medir la capacidad que tienen para ello, de forma que abre la puerta a que las pequeñas localidades accedan al mercado de bonos de carbono atmosférico.