El expresidente socialista del gobierno entre 1982 y 1996, Felipe González Márquez, ha advertido de la "falta de capacidad del Ejecutivo central para desarrollar un proyecto de país" con motivo de la pesada carga que suponen los socios y aliados que le apoyan, pactos que él ha rechazado de plano por poner los mismos en tela de juicio la unidad de España y la descentralización del Estado.