La lactancia materna es la forma natural de alimentar al recién nacido. Además de ser una forma ideal de establecer un vínculo cercano entre la madre y el hijo, le aporta numerosos beneficios, ya que el bebé tiene un sistema inmune inmaduro y está expuesto a gran cantidad de microorganismos patógenos desde el momento de su nacimiento. Así lo ha explicado el director del Departamento de Pediatría de la Clínica de la Universidad de Navarra, José Manuel Murillo Villares.