Finalizado agosto y con varias olas de calor que han hecho que la situación de la sequía se agravara aún más en el territorio y, por ende, en la provincia de Málaga, llega septiembre. A la espera de las ansiadas lluvias, que palien algo la situación preocupante, la mayoría de los municipios malagueños han decidido seguir manteniendo las medidas implementadas meses atrás para controlar el suministro de agua y garantizar el abastecimiento.