Los ingenieros que trabajan en la sonda Voyager 1 de la NASA, que vuela hace años por el espacio interestelar, han logrado solucionar un problema con los propulsores de la nave espacial. Estos propulsores mantienen al explorador distante apuntando hacia la Tierra para que pueda recibir comandos, enviar datos de ingeniería y proporcionar los datos científicos únicos que está recopilando.(Fuente: NASA / Europa press)