La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconseja que los disfraces de Halloween de los niños estén confeccionados con materiales "que no sean fácilmente inflamables", tal y como ha subrayado su portavoz Enrique García, quien además ha recordado que hay que tener cuidado con los disfraces de los más pequeños "no tienen que tener piezas, ni ser frágiles ni tener aristas, ataduras y todo esto tiene que venir indicado en el etiquetado porque hay pueden ocurrir accidentes".