La tradicional subasta de estos majestuosos humidores ha cerrado la décimo novena edición del Festival del Habano tras una glamurosa noche de gala dedicada a la legendaria marca Montecristo. La velada estuvo repleta de actuaciones musicales de artistas cubanos de primer orden; el broche de oro lo puso el violinista Ara Malikian. La Noche de Gala, con sus elegantes invitados llegados de todos los rincones del planeta, supuso el colofón final a una semana intensa dedica a profundizar en la cultura del habano. Pero Montecristo no ha sido la única marca homenajeda en esta edición. En la noche intermedia, celebrada en el Salón de Protocolo de El Laguito, la marca Quai D'Orsay de nombre francés, pero de fuerte identidad cubana, fue la gran protagonista al presentar su rediseño y dos nuevas vitolas. Dentro del programa oficial de actividades se visitaron dos emblemáticas fábricas de tabaco, la de H.Upmann ubicada en Centro Habana y la Corona, en el Vedado. En ellas se pudo apreciar el minucioso arte del torcido, el momento culmen de fabricación del habano, el anillado donde se le incorpora la anilla o el terminado de los cajones donde se introducen los habanos, listos para su degustación. Brandy de Jerez presentó su alianza con Habanos, con un conjunto de exclusivos maridajes para los amantes del destilado español y del mejor tabaco cubano. No faltaron, por supuesto, las clases de torcido, donde los participantes aprendieron algunos de los trucos para elaborar un puro perfecto. Por su parte el concurso internacional HabanoSommelier coronó al chileno Felipe Rojas como el mejor sommelier de habanos del año. La Décimo Novena edición del Festival del Habano ha sido un éxito de participación. Se han podido degustar los lanzamientos más destacados y las noches, llenas de música, estilo y distinción, han sido el mejor entorno para deleitarse con el inconfudible aroma de los habanos.