Foto: EUROPA PRESS
El empresario gallego acusa a la banca de fomentar la concesión de créditos irregulares a la empresa pesquera
Dice que gracias al precio del salmón y el rodaballo, los accionistas ganarían dinero si se levantara la suspensión de cotización
MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de Pescanova Manuel Fernández de Sousa Faro ha reconocido este martes ante el juez de la Audiencia Nacional haber cometido irregularidades y errores en la gestión de la multinacional dirigidos a salvar la empresa de la quiebra. "No hemos funcionado bien, es algo que no debió pasar", ha asegurado durante su extensa declaración de siete horas de duración, según apuntan fuentes presentes en la misma.
El empresario ha justificado esta gestión irregular en la imperiosa necesidad de la compañía de acceder al crédito bancario en un difícil momento de crisis. En esta línea, ha apuntado que los bancos prestamistas consentían y fomentaban este sistema, desarrollado a través del cauce del 'factoring', debido a que les garantizaba la opción de elevados beneficios.
Fernández de Sousa, imputado por la comisión de delitos de falseamiento de información económico-financiera, uso de información relevante, estafa y falsedad en documento mercantil, abandonó la sede judicial pasadas las siete de la tarde.
Tendrá que regresar el próximo jueves para declarar en representación de una de las sociedades que participa y que ha sido imputada en calidad de persona jurídica. Fuentes consultadas por Europa Press apuntan a que durante esa jornada algunas acusaciones, entre ellas la representada por el abogado Joaquín Yvancos, solicitarán su ingreso en prisión eludible con una elevada fianza.
Según han indicado las fuentes consultadas, el directivo ha puesto de manifiesto que a la banca le convenía trabajar con el sistema de 'factoring', que supone que la entidad financiera adelante el dinero que la empresa prevé cobrar a corto plazo mediante la presentación de facturas proforma, debido a que los intereses cobrados son, en este caso, mucho más elevados que aquellos aparejados a créditos a medio o largo plazo.
"Ganaban mucho dinero con nosotros", ha indicado Fernández de Sousa, que dimitió de su cargo el pasado mes de julio dejando una deuda de 3.644 millones. El imputado ha precisado que las entidades adelantaban el dinero a Pescanova sin necesidad de aportar ningún documento.
PESCANOVA VOLVERÁ A COTIZAR
Durante su extensa declaración, en la que han primado las largas respuestas del empresario Fernández de Sousa ha defendido, además, que la subida de precios de productos como el salmón, el rodaballo y el langostino han permitido que la compañía, actualmente suspendida de cotización, se haya revalorizado. "Los accionistas ahora ganarían dinero", ha indicado en un momento de su declaración, según han precisado fuentes presentes en la misma.
El empresario gallego ha indicado que, durante los últimos 10 meses los precios de muchos pescados y mariscos han experimentado una notable subida. Consultando la extensa documentación con la que ha comparecido ante el juez, el imputado ha precisado que el salmón ha subido entre un 50 y un 80 por ciento, el rodaballo un 120 y el langostino un 90 por ciento. "Esto subirá y volverá a cotizar", ha indicado.
La empresa anunció el pasado mes de febrero que no presentaría las cuentas de 2012. Un informe elaborado por la auditora KPMG y aportado al juez desveló que la directiva había falseado las cuentas y precisó que Pescanova se encuentra en quiebra técnica, con un agujero de más de 900 millones y una deuda de más de 3.000.
Fernández de Sousa ha coincidido, además, con el contenido de las primeras conclusiones del plan de PwC que señalan que Pescanova es viable sin fraccionarse, que alcanzará el convenio con los acreedores y que recuperará la actividad con absoluta normalidad y las acciones volverán a situarse en cotas iguales o superiores a las alcanzadas antes del concurso.
El ex presidente de la firma pesquera ha señalado que fue quien decidió proponer al consejo la contratación de un 'informe forensic', que recayó en KPMG, que ha revelado la verdadera situación contable de la compañía. Y que también fue él quién propuso al consejo el revocar al auditor BDO que no supo encontrar el desfase contable de la compañía, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.
EXPLICA LA VENTA DE ACCIONES
Fernández de Sousa también ha respondido a los indicios que apuntan a que pudo hacer uso de información privilegiada a través de la que pudo obtener ganancias de 27,4 millones de euros a través de la venta de acciones.
El empresario gallego ha explicado que antes de vender estos títulos había comprado a crédito otro paquete de acciones a través de sus compañías participadas "a un precio muy elevado". Ha agregado que se vio obligado a vender porque este crédito estaba próximo al vencimiento y debía liquidarlo.
Fernández de Sousa ha negado además que intentara mover a China 5,2 millones de dólares --casi 4 millones de euros-- unos días después de que el juez admitiera a trámite las querellas en su contra y le impusiera una fianza millonaria por el falseamiento de cuentas de la compañía que condujo a varios inversores a la compra de acciones.
La Audiencia Nacional ordenó bloquear una cuenta bancaria abierta en Portugal a nombre de una de sus sociedades desde la que su mujer María Rosario Andrade intentó transferir el dinero a un depósito chino, transacción que la Unidad de Inteligencia de Portugal congeló tras informar a la Fiscalía española.
Según la versión ofrecida por Fernández de Sousa fue él quien decidió "parar la operación" antes de que se llevara a cabo. Ha justificado su intención inicial de llevarse el dinero asegurando que se vio atraído por la atractiva rentabilidad que ofrece Hong Kong para la renta fija, de hasta un 12 por ciento.
El juez Ruz ha tomado también declaración esta tarde al hijo del expresidente Pablo Javier Fernández Andrade que ha asegurado que obedecía en cuanto a la gestión las órdenes dadas por su padre. El último en declarar ha sido Jesús García, hombre de confianza de Fernández de Sousa que ha confesado que confiaba plenamente en él y que ha perdido sus ahorros de 49 años, invertidos en la pesquera.